Al pobre que golpea la puerta no se piden los certificados de su miseria, ni el certificado legítimo de nacimiento, ni el certificado de bautismo, ni si es católico o turco, si tiene un credo, si no cree en nada… Sino con ideas abiertas según el concepto cristiano… “nuestra caridad no cierra puertas”. Este es el espíritu de nuestra fundación, que quiere ser espíritu de evangélica simplicidad, de fe y de amor sin límite hacia todos, italiano y extranjero, creyentes y no creyentes, porque todos tenemos el mismo Padre celestial que es Dios, y todos debemos amarnos y darnos la mano como hermanos. Al abandonado o marginado no le preguntamos si tiene un nombre sino solamente si tiene un dolor” (Scritti 75,124; desde Génova, 31.03.1938,). Entrar en su “corazón” sin fronteras, sin muros ni distancias, entrar en su “corazón” enamorado de Dios y de los hombres. Encontrar su “corazón” es aprender a amar como él amó. Es vibrar y latir al ritmo de su caridad y de su entrega. La familia de San Luis Orione, será un pilar muy importante ya que a través de ella descubrirá el gran amor de Dios y aprenderá a confiar plenamente en la Divina Providencia y en el amor maternal de María.